La fisiología de la audición
¿Como oímos?
La audición no está delimitada solamente al órgano sensorial periférico u
oído, sino que es una función mucho más compleja de elaboración neurológica. El
oído cumple la función de “micrófono”, capaz de captar el
sonido, pero la elaboración y reconocimiento del mismo es una función puramente
cerebral.
El oído humano es capaz de percibir las vibraciones sonoras en frecuencias
comprendidas entre los 16 y 18.000 Hz. Estas vibraciones son captadas por el
pabellón de la oreja y transmitidas por el conducto auditivo externo al tímpano,
el cual al vibrar pone en movimiento a la cadena de huesecillos del oído medio.
Estos transmiten la vibración hacia los líquidos del oído interno lo que provoca
la estimulación del órgano de Corti (porción auditiva del oído interno), allí se
genera una actividad eléctrica que toma las características del sonido que lo ha
producido.
Esta corriente se transmite por un "cable" vía auditiva
hasta el cerebro, teniendo en su camino "estaciones" que
retransmiten y refuerzan la señal que viene a través del mismo. El lóbulo
temporal del cerebro es el "amplificador" capaz de reconocer y
elaborar esa corriente eléctrica transformándola en "conciencia
sonora".
http://www.youtube.com/watch?v=lL_9dPgV1OM&feature=related
¿A que niveles de intensidad los sonidos empiezan a ser peligrosos para nuestros oídos?
La pérdida de audición inducida por el ruido ocurre cuando las diminutas
células ciliadas auditivas, las células sensoriales del oído interno, sufren
lesiones provocadas por la exposición a sonidos demasiado fuertes durante un
tiempo prolongado. Pero, ¿cuándo el ruido es demasiado ruido? y ¿cuándo empieza
el ruido a causar daño? Las respuestas están relacionadas: cuanto más fuerte sea
el sonido, menos tiempo tardará en causar una lesión auditiva.
Los ruidos de alta frecuencia (entre 1 kHz y 6 kHz) y gran intensidad, los
ruidos explosivos, los ruidos de impacto y los ruidos con fuerte contenido
tonal. También son potencialmente peligrosos los ruidos que obligan a gritar
para comunicarse con la persona que está al lado de uno.
Cuadro comparativo sobre algunos casos de la vida cotidiana:
- El campo, en silencio: 30 dB
- El interior de una casa, de día: 40 dB
- Una conversación normal: 60 dB
- Un automóvil a baja velocidad: 70 dB
- Un colectivo acelerando, en promedio: 90 dB
- Un martillo neumático a 4 metros: 100 dB
- Un avión despegando, medido desde el borde de la pista: 140 dB
Una descripción muy interesante de la fisiología de la audición. Espero que la información que aportáis
ResponderEliminartu y Carmen sirva para concienciar a todos del cuidado que debemos tener ante el exceso de ruido.