Su función no es la de inventar sino la de reproducir la más fielmente posible el pensamiento y las ideas del compositor.
En el ámbito de la música culta cualquier intérprete, del instrumento que sea, precisa de una intensa formación académica en un conservatorio.
Dentro de los músicos de una orquesta existen diversas categorías. El concertino es el primer violín y jefe de la orquesta. Cada cuerda y sección suele además tener un jefe propio, encargado de revisar los materiales y de coordinar a todos los músicos.
En el ámbito de la música popular gran parte de los intérpretes no tiene una preparación académica específica y abunda la formación autodidacta. La improvisación es reorganización espontánea. Para decirlo con otras palabras, es el reordenamiento de algo que ya existe, así cuando hacemos un solo, usamos patrones e ideas que ya existían en el lenguaje de la música.
Una minoría selecta en el colectivo de los intérpretes la constituyen los virtuosos, cantantes o instrumentistas con una habilidad técnica excepcional. La figura del virtuoso apareció en el Barroco (1600-1750) desarrollo de la ópera.
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