El hallazgo de Aitana sobre el nuevo Mozart nos sirve para introducir esta nueva unidad en la que nos acercamos al proceso de creación musical y a las numerosas facetas que en el intervienen. Componer, interpretar o dirigir son las que nos resultan más familiares, pero son muchas más las que completan la plantilla de profesiones musicales: pedagogos, constructores de instrumentos, productores, técnicos de sonido, creadores de software.... ¿Sería hoy Mozart, como el niño chino, un nuevo prodigio al teclado, o bien una estrella de rock? ¿Tiene menos valor como compositor quien emplea los recursos de la tecnología actual o quienes como Mozart, Bach o Beethoven sólo disponían de papel y pluma?
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