A los cantantes castrati, los capaban para preservar su voz aguda. En España se les llamaba Capón, Capones.
La castración consistía en amputar el tejido testicular pero sin llegar a cortarse el pene.
La práctica de la castración de niños cantores existía desde la creación del Imperio Romano de Oriente; en Constantinoplahacia el 400 d.C.
Su destino desde entonces hasta su reaparición en Italia después de trescientos años no está claro. Parece probable que la tradición española de los sopranos falsetistas puede haber ocultado a los castrati. Gran parte de España estaba bajo gobierno musulmán durante la Edad Media, y en la tradición cultural del Cercano Oriente la castración tenía una larga historia.
Su reaparición como castrati se sitúa a principios del siglo XVI. La primera aparición de la frase soprano maschio (soprano masculino), que también podría significar falsetista, se produjo en el texto Due Dialoghi della Musica, de Luigi Dentini, un sacerdote oratoriano, publicado en Roma en 1553. Los castrati tuvieron una gran popularidad y llegaron a cobrar enormes cantidades de dinero por sus actuaciones. Según la leyenda, acrecentada por la película Farinelli (1994) y considerada sin ninguna base científica por la mayoría de las opiniones médicas actuales, gozaban de gran popularidad entre algunas damas de la época, ya que, si mantenían relaciones sexuales con ellos, no corrían el riesgo de quedar embarazadas.
Farinelli, sobrenombre por el que era conocido Carlo Broschi cantante castrato italiano, uno de los más famosos del siglo XVIII. Se le supone una extensión vocal desde La2 hasta Re6. Nació en el seno de una familia de la baja nobleza. Fue castrado, por lo que visto su origen acomodado en este caso, sí debió ser cierta la versión oficial (común en estos casos) de que su castración fue una necesidad médica después de sufrir un accidente con un caballo. Su primera aparición en el teatro Lincoln's Inn Fields fue con Artaserse, de la que gran parte de la música era de su hermano, Riccardo Broschi. Su éxito fue instantáneo. Federico Luis de Gales y la corte lo llenaron de favores y regalos. Tras pasar tres años en Inglaterra, Farinelli partió para España, quedándose antes algunos meses en Francia, donde cantó ante Luis XV de Francia. Durante dos décadas, noche tras noche, a Farinelli se le pedía que cantara las mismas canciones al rey.
Farinelli, famoso castrato del siglo XVIII.
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